Respuesta corta: Sí.
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Respuesta larga: No directamente, sí indirectamente. Y ahora, vamos al detalle:
Que nosotros tomemos un poco de sacarina de vez en cuando no nos va a matar directamente ni nos vamos a despertar con cáncer al día siguiente, porque se comercializan en dosis seguras (de nuevo quiero recordar que “de vez en cuando” es una vez a la semana o con menos frecuencia, y siempre y cuando no hayan habido otros productos no saludables a lo largo de esa semana).
¿Qué pasa con el consumo regular de sacarina? 🧪
Pero ¿qué es lo que pasa cuando tomamos sacarina o cualquier otro edulcorante artificial a diario o regularmente? Que van a comenzar a dañar nuestra microbiota intestinal, porque ni nuestra genética ni la genética de los microorganismos que conviven con nosotros están diseñadas para relacionarse correctamente con algo que se ha inventado en un laboratorio y que no pertenece al mundo natural.
Efectos en la microbiota intestinal 🦠
Entonces, ¿cuál es la consecuencia de esto? Pues que nuestras bacterias buenas empezarán a fermentar este tipo de sustancias, y esto les afectará negativamente y comenzarán a morir o a comportarse de forma extraña en nuestro organismo, además de fomentar la proliferación de microorganismos patógenos. Es decir, matará lentamente a los microorganismos buenos y alimentará a los malos, que acabarán reproduciéndose más que los buenos.
Sacarina y Cáncer | Consecuencias en la salud 🏥
¿Y esto cómo nos afecta a nosotros? Pues nos puede provocar desde alteraciones en la función intestinal, hasta problemas en la piel y en la boca y todo ello puede derivar en problemas dentales, alteraciones hormonales, problemas inmunológicos y, finalmente, en manifestaciones de cáncer.
Así que sí, la sacarina y el resto de edulcorantes pueden producir cáncer, entre otras cosas. ¿Y cuáles son esas otras cosas? Pues se ha comprobado que afectan a nuestra tolerancia al dulce, ya que disparan las mismas señales que le dicen a nuestro cerebro que se prepare porque debe dar las señales para procesar azúcar, pero los edulcorantes no son azúcar porque no van a aportar energía a las células, por ende o bien nuestra insulina o bien otros receptores similares se van a activar para nada, y esto nos puede causar resistencia a la insulina al igual que lo hace consumir cualquier otro tipo de azúcar libre.
Sacarina y Cáncer | Efectos en el cerebro 🧠
Además de lo anterior, como el azúcar no llega, se le volverá a mandar una señal al cerebro diciéndole: “Oye, que me has engañado, que aquí no ha llegado azúcar.” Y el cerebro volverá a solicitarnos ese azúcar que no le hemos dado (porque lo que le hemos metido ha sido un falso azúcar) y nos disparará la ansiedad por consumir más azúcar. Esto acabará generando más ansiedad por el dulce, más picos de insulina o de otros receptores y, como no llega ni un solo nutriente a nuestro organismo (porque generalmente estos aditivos se les suelen poner a productos de por sí malsanos), nuestro organismo seguirá pidiéndonos comida a gritos.
Sacarina y Cáncer | Reflexión final 🤔
¿Vas a darle otra ración de edulcorantes? Piensa en las consecuencias y considera alternativas más saludables para tu dieta diaria.