đŸœEsto NO es saludable, pero tĂș crees que sĂ­

Vivimos en la era del etiquetado emocional. Ya no compramos por necesidad, sino por cĂłmo suena. Si un envase dice “orgĂĄnico”, “natural”, “artesano” o “casero”, es como si automĂĄticamente bajĂĄramos la guardia. Lo metemos en el carro con la conciencia tranquila, pensando que estamos cuidando nuestra salud cuando en realidad, puede que estemos llevĂĄndonos una bomba nuclear en forma de azĂșcar, harinas refinadas y aceites oxidados.

El marketing de los alimentos es nuestra nueva normalidad, y desgraciadamente ha aprendido a hablar nuestro idioma: El del miedo a engordar, a enfermar, a no estar “fit”, a no comer lo “limpio”. Y lo hace con etiquetas que suenan bien, que inspiran confianza  pero que no significan absolutamente nada cuando hablamos de salud real.

Desde el Nutri Mortis te confirmamos que estĂĄn vendiĂ©ndote la moto: Puedes estar comiĂ©ndote una galleta “eco” hecha con azĂșcar de caña y harina blanca, un zumo “natural” que tiene mĂĄs impacto glucĂ©mico que una Coca-Cola, o la famosa “barrita vegetal” que lleva mĂĄs almidĂłn y edulcorantes que una gominola.

Y lo peor de todo: Muchas veces ni lo sospechas y menos aĂșn lo sabes.

AsĂ­ que hoy vamos a hacer limpieza. Vamos a ponernos el traje de cazamitos para desmontarlos, quitar el envoltorio bonito y mirar de frente la realidad que se esconde detrĂĄs de esas palabras que suenan tan sanas pero que te estĂĄn llevando, sin saberlo, al terreno de los ultraprocesados.

¿Estås preparado para mirar con otros ojos lo que llevas años creyendo saludable? Vamos a ello.


1. OrgĂĄnico no significa sano

OrgĂĄnico solo quiere decir que no lleva pesticidas sintĂ©ticos o que los ingredientes provienen de agricultura ecolĂłgica. Pero la industria alimentaria no te habla de azĂșcar, harinas refinadas o aceites basura. Y sĂ­, un ultraprocesado orgĂĄnico sigue siendo un ultraprocesado.

Ejemplos:

  • Galletas orgĂĄnicas con azĂșcar de caña (spoiler: Sigue siendo azĂșcar).
  • Refrescos “bio” endulzados con agave (mĂĄs fructosa, mĂĄs hĂ­gado graso).
  • Patatas fritas ecolĂłgicas en aceite de girasol refinado (un omega-6 disfrazado).

2. Natural…sĂ­ como el arsĂ©nico

Natural es una de las palabras mĂĄs usadas y manipuladas del mundo alimentario. Casi cualquier cosa puede decirse “natural” si en algĂșn punto tuvo un ingrediente que no saliĂł de un laboratorio (aunque haya pasado por 20 procesos despuĂ©s).

Ejemplos:

  • Yogures “naturales” con azĂșcar añadido y aromas artificiales.
  • Zumos industriales “100% naturales” con mĂĄs azĂșcar que una Coca Cola.
  • Snacks de fruta deshidratada con mĂĄs calorĂ­as y picos glucĂ©micos que una galleta de chocolate.

3. Vegetal no es sinĂłnimo de saludable

Las modas son odiosas, un día estå de moda el pantalón de campana y otro estån los slim fit, pues en la industria alimentaria también tenemos muchas modas. Hay una moda por lo vegetal que estå completamente desvirtuada. Que algo venga de una planta (el famoso «plant based») no significa que sea bueno para ti. Un ultraprocesado vegetal sigue siendo eso: Ultraprocesado.

Ejemplos:

  • Salchichas veganas con 25 ingredientes, aceites refinados y almidones.
  • Margarina vegetal cargada de grasas hidrogenadas y colorantes.
  • Postres “plant based” hechos con azĂșcar, almidones y aceites refinados.

4. Artesano con conservantes

Artesano deberĂ­a implicar algo hecho a mano, con mimo y sin porquerĂ­as. Pero se ha convertido en una etiqueta vacĂ­a para encarecer productos llenos de aditivos, azĂșcar y grasas malas.

Ejemplos:

  • Panes “artesanos” hechos con harinas refinadas y mejorantes industriales.
  • Galletas artesanas con margarina y toneladas de azĂșcar.
  • Croissants “de obrador” congelados y horneados con manteca vegetal.

5. Casero no significa saludable

Hecho en casa no es sinĂłnimo de saludable si lo que haces en casa es azĂșcar con harina y aceite de girasol. Muchas recetas caseras llevan ingredientes aĂșn peores que los de supermercado.

Ejemplos:

  • Bizcochos caseros con harina blanca, azĂșcar y aceite de girasol.
  • Salsas caseras con cubitos de caldo llenos de glutamato y maltodextrina.
  • Flanes caseros con leche condensada, azĂșcar y nata.

6. EcolĂłgico no quiere decir funcional

El hecho de que un producto sea ecolĂłgico (sin pesticidas y con respeto ambiental) es positivo para el planeta pero no significa que sea lo que tu cuerpo necesita.

Ejemplos:

  • Cereales ecolĂłgicos repletos de azĂșcar y harinas refinadas.
  • Helados bio con sirope de agave y aceites vegetales.
  • Barritas ecolĂłgicas de dĂĄtil con arroz inflado y chocolate.

🎯ConclusiĂłn 

Hay que dejar de comer etiquetas y empezar a comer comida real.
No importa si es ecolĂłgico, natural o vegetal, si estĂĄ cargado de azĂșcar, harinas refinadas o aceites de mala calidad, sigue siendo inflamatorio y te arrastra al terreno de Nutri Mortis.
Las decisiones que tomas en el supermercado tienen mĂĄs poder que muchas de las pastillas que luego te recetan.

AsĂ­ que la prĂłxima vez que veas “bio”, “casero” o “artesano”, no te emociones. Lee la etiqueta, mira los ingredientes
 y si aĂșn tienes dudas: Pregunta si tu abuela lo habrĂ­a reconocido como comida.