Te arde el pecho, sientes que todo sube por la garganta y el estómago protesta. Lo lógico parece frenar el ácido. Y ahí vas: Omeprazol y antiácidos como gominolas o el famoso bicarbonato, usando cualquier cosa para apagar el fuego.
Pero, ¿y si te decimos que ese fuego fuera justo lo que te falta?
¿Y si el verdadero problema no es un exceso de ácido sino que te estás quedando sin él? Spoiler del Nutri Mortis.
La acidez estomacal no siempre es lo que parece. Y lo que haces para aliviarla, puede estar empeorando el problema cada día un poco más.
En este nuevo artículo, desde el Nutri Mortis te recomendamos leerlo ya que no va dedicado a que no sigas tomando esas pastillas sino para que entiendas por qué ardes por dentro y cómo encender bien la llama, en vez de vivir apagándola a ciegas.

🔬Acidez no siempre significa exceso de ácido
Lo primero que pensamos cuando sentimos ardor es: “Uff me sobra ácido”. Pero la realidad es que esto no siempre es así. De hecho(spoiler), en muchas personas la acidez estomacal es el resultado de muy poco ácido, no de demasiado.
Suena contraintuitivo, pero tiene lógica. El ácido clorhídrico (HCl para los técnicos en la materia) no está ahí solo para “arder” sino que está para digerir. Si no hay suficiente, el estómago no puede descomponer bien los alimentos, especialmente las proteínas. Esa comida mal digerida se queda estancada, fermenta y genera gases.
¿Y qué hacen esos gases? Empujan hacia arriba. Pero no empujan comida, empujan el poco ácido que haya presente, llevándolo al esófago, donde quema.
La sensación es de exceso, pero el origen es un déficit.
Y aquí viene la trampa: te tomas un antiácido, apagas lo poco que te quedaba de ácido y empeoras el problema. En lugar de facilitar la digestión, la bloqueas. En lugar de tratar la causa, silencias el síntoma.
La solución desde el Nutri Mortis es no bloquear el ácido sino producirlo y usarlo bien. Porque el estómago está diseñado para ser ácido. Así digiere, así se defiende.
🧪La prueba del bicarbonato: un experimento casero (no infalible, pero orientativo)
Esta prueba es un clásico en medicina funcional, sencilla y sin riesgos si se hace puntualmente. No reemplaza un diagnóstico profesional, pero puede darte pistas sobre cómo está funcionando tu estómago. ¿Cómo se hace? Pues el Nutri Mortis te lo cuenta aquí abajo.
Instrucciones:
- En ayunas, mezcla 1/4 de cucharadita de bicarbonato de sodio en un vaso de agua (unos 200 ml).
- Bebe la mezcla y mide cuánto tiempo tardas en eructar.
- Anota el tiempo del primer eructo:
- ⏱️ Menos de 1 minuto → Puede que tengas demasiado ácido.
- ⏱️ Entre 1 y 2 minutos → Suele considerarse dentro de lo normal.
- ⏱️ Más de 2-3 minutos o no eructas → Posible hipoclorhidria (déficit de ácido).
¿Por qué funciona esta prueba?
El bicarbonato reacciona con el ácido clorhídrico (si lo hay) y forma dióxido de carbono. Ese gas es lo que genera el eructo.
Sin ácido suficiente, no hay reacción y no hay eructo.
⚠️ ¿Y qué pasa si tengo bajo ácido?
Un estómago con poco ácido no solo provoca acidez sino que compromete toda tu digestión desde el minuto uno. Y lo peor es que no lo notas enseguida, hasta que los síntomas te pasan la factura.
- Proteínas mal digeridas: Si no existe una buena digestión de proteínas, generan residuos que fermentan y se pudren en el intestino, alimentando a las bacterias no deseadas y con consecuencias como gases, hinchazón o mal olor.
- Déficit de vitamina B12, hierro, zinc: La absorción de estos nutrientes se desploma, sin ácido no se liberan bien y como resultado tenemos fatiga crónica, caída del pelo, uñas débiles…
- Proliferación de bacterias “turistas” en el intestino delgado: Nuestro estómago es el primer escudo frente a los bichitos indeseados. Con la hipoclorhidria, ese escudo se agrieta y las bacterias tienen vía libre. ¿Te suena el famosísimo SIBO, amigo? pues es una causa frecuente.
Y lo irónico de todo esto es como funciona el sistema: Sientes ardor, te mandan omeprazol como si fueran chuches y lo poco de ácido que te quedaba, desaparece.
Tu digestión se vuelve lenta, pesada y desastrosa. Y tú, mientras tanto, convencido de que tienes “demasiado ácido”.
🤔¿Qué puedes hacer si sospechas hipoclorhidria?
- Haz la prueba del bicarbonato varios días seguidos, no te fíes de una sola vez.
- Habla con un profesional de salud funcional si los síntomas encajan: Digestiones lentas, hinchazón, intolerancia a proteínas, reflujo crónico.
- Valora probar con betaina HCl con pepsina, siempre bajo supervisión.
- Cuida los hábitos digestivos:
- Come sin estrés (el estrés inhibe el ácido).
- Mastica bien.
- No bebas grandes cantidades de líquido con las comidas (diluyen el ácido).
- Apuesta por caldos, fermentados y alimentos amargos (estimulan secreción gástrica).
- Come sin estrés (el estrés inhibe el ácido).
🚫Lo que no debes hacer
- Tomar omeprazol como chuches “por si acaso” durante meses.
- Usar bicarbonato todos los días como solución (puede alterar el pH estomacal).
- Ignorar los síntomas y normalizar la acidez como parte de tu día a día.
🎯Conclusión Nutri Mortis
La acidez no siempre es exceso sino que veces es ausencia. Un fuego apagado que tu cuerpo intenta encender a gritos y tú te empeñas en silenciarlo con Omeprazol por doquier.
Tratar de pagar los síntomas sin entender el origen es como poner cinta adhesiva sobre una luz de avería del coche. Parece que todo va bien hasta que el motor gripa.
Desde el Nutri Mortis te recordamos: Tu estómago no está roto te está pidiendo ayuda.
No necesitas vivir anestesiado a omeprazol, necesitas recuperar el ácido que te defiende, que te nutre y que te protege.
Porque cuando el ácido falta, lo que llega no es solo el ardor, llega la fatiga, la disbiosis, las carencias, las digestiones eternas y el principio del declive digestivo.
Así que antes de apagar el fuego, pregúntate si lo que falta es precisamente eso: Fuego para digerir la vida.