💩Gastroenteritis: La tormenta digestiva que arrasa tu estómago y cómo calmarla  

Hay virus, bacterias… y luego está la gastroenteritis, ese tsunami interno que entra sin avisar y te deja pegado al baño con más frecuencia que a tu cama.
Pero que no te engañen: No es solo un virus pasajero. Lo que parece un simple desajuste digestivo puede abrir la puerta a desequilibrios mucho más profundos.

En Nutri Mortis lo tenemos claro: Cada síntoma es un mensaje, y este grita. El vómito, la diarrea, el malestar… no son el problema, son el intento desesperado del cuerpo por volver al equilibrio.

¿La solución? Entender el origen, cuidar las mucosas, reequilibrar la microbiota y dejar de meterle basura a un sistema que ya está inflamado. Porque si no lo haces, lo que empieza como “una gastroenteritis viral” puede terminar en una inflamación crónica para el recuerdo.

Desde Nutri Mortis, lo decimos claro: Si tu sistema digestivo entra en guerra, hay que entender el porqué y no solo contener los daños.


🤔 Gastritis y gastroenteritis: ¿Qué tienen que ver?

Aunque suenan parecido y ambas hacen que tu barriga monte una revolución, no son lo mismo, pero pueden estar íntimamente relacionadas.

La gastroenteritis es una inflamación del estómago y/o los intestinos, causada generalmente por virus, bacterias o parásitos. En cambio, la gastritis es una inflamación más localizada en la mucosa del estómago, muchas veces crónica y silenciosa… hasta que se desata el drama.

¿Dónde se cruzan? Cuando la gastroenteritis no se resuelve bien o es repetitiva puede dejar la mucosa gástrica sensibilizada, débil y vulnerable, abriendo la puerta a una gastritis crónica.
Y a la inversa: Una persona con gastritis previa tiene un terreno inflamado donde una simple infección gastrointestinal puede causar estragos más serios.

Ambas pueden compartir síntomas como náuseas, dolor abdominal o pérdida de apetito, pero mientras una es pasajera (gastroenteritis), la otra se instala si no haces limpieza profunda y nutricional.


⚠️Causas de la gastroenteritis 

La gastroenteritis como hemos dicho anteriormente, es una inflamación del estómago y el intestino delgado. Y aunque el culpable más común es un virus… hay más razones:

1. Infecciones víricas

Hablamos especialmente de norovirus y rotavirus que son los reyes del caos intestinal. Se propagan con una facilidad insultante y en pocas horas ya tienes náuseas, vómitos y diarrea como si te hubieran embrujado.

2. Infecciones bacterianas

La Salmonella, E. coli o Campylobacter no vienen a saludar: llegan desde alimentos contaminados y traen síntomas más intensos, dolor abdominal y fiebre. Más que una indigestión, es una guerra bacteriana.

3. Toxinas o parásitos

Desde una seta mal conservada hasta un trago de agua dudosa, las toxinas alimentarias y parásitos como Giardia pueden desatar una tormenta digestiva de proporciones bíblicas.

4. Medicamentos y antibióticos

Al destruir parte de la microbiota intestinal, algunos fármacos (especialmente antibióticos) abren la puerta al desequilibrio, la inflamación y la diarrea sin previo aviso.

5. Intolerancias alimentarias no detectadas

Una carga excesiva de gluten, lácteos o FODMAPs en personas sensibles puede desencadenar una «pseudo-gastroenteritis».


🚨Síntomas de la gastroenteritis

No todo es correr al baño con una botella de suero en la mano. La gastroenteritis puede venir con un cóctel de sensaciones muy poco agradables:

  • Diarrea aguda o líquida: El síntoma estrella. Las heces se vuelven acuosas, urgentes y frecuentes. A veces con mucosidad, a veces con olor mal oliente.
  • Náuseas intensas: Esa sensación de que algo sube… pero ojalá no lo hiciera. El estómago se revuelve, no toleras ni el agua, y tu apetito desaparece como por arte de magia.
  • Vómitos repetidos: Cuando el cuerpo no quiere saber nada de lo que hay dentro, lo expulsa. Y no se anda con rodeos. Puede venir solo una vez… o quedarse de visita.
  • Dolor abdominal tipo cólico: Pinchazos, retortijones, sensación de que el intestino está ensayando para una coreografía de danza contemporánea. No es dolor constante, pero sí muy molesto.
  • Fiebre moderada: El cuerpo lucha contra un invasor (virus o bacteria), así que puede que suba la temperatura. Nada grave en sí, pero te hace sentir aún peor.
  • Fatiga y deshidratación: La pérdida de líquidos y electrolitos deja el cuerpo flojo, sin energía y con la boca más seca que el Sahara. Es lo que pasa cuando todo sale… y nada entra.
  • Sensación de estómago revuelto o vacío constante: Incluso cuando ya no vomitas, el estómago sigue protestando. Puede sentirse como si estuviera hueco, pero sin ganas de llenarlo.

⚠️ Ojo: Si dura más de 3 días, hay sangre en las heces o los vómitos son persistentes, toca ir al médico, no manzanilla.


🍽️Cómo tratar la gastroenteritis desde la nutrición funcional

En el Nutri Mortis, cuando el intestino grita, investigamos quién encendió la mecha. La nutrición funcional no solo calma la tormenta digestiva: Restaura, equilibra y reconstruye desde dentro.

Porque una gastroenteritis mal curada puede dejar secuelas más feas que el vómito: Disbiosis, intolerancias, permeabilidad intestinal… Y créenos, ahí es cuando empieza el verdadero horror. La medicina funcional no se limita a cortar síntomas: Va a la raíz, repara el sistema digestivo y restablece el equilibrio perdido.

Aquí va la guía:

1. Hidratación con cabeza

✅ Qué hacer:

  • Agua con sales minerales (suero oral natural o casero)
  • Infusiones suaves: manzanilla, hinojo, jengibre, tomillo

Qué evitar:

  • Refrescos, zumos industriales, bebidas deportivas con azúcar (Aquarius)
  • Café, alcohol y lácteos

2. Dieta funcional para reparar y rehidratar

Alimentos recomendados:

  • Caldo de huesos o vegetal casero: Se encarga de reparar la mucosa dañada y aportar minerales
  • Arroz blanco o crema de arroz bien cocido
  • Puré de zanahoria o manzana rallada
  • Plátano maduro (rico en potasio y fácil de digerir)

❌ Alimentos a evitar:

  • Grasas, fritos, fibra insoluble
  • Lácteos (aunque sean «light» o sin lactosa)
  • Frutas ácidas y legumbres
  • Pan industrial y bollería

💊Suplementos útiles para los gastroenteritis

Los suplementos no sustituyen una mala alimentación, pero bien usados pueden servir de gran alivio digestivo. Trabajaremos con suplementos que restauran la barrera digestiva, eso sí, todo ello bajo control profesional, porque no todo sirve para todos:

  • Zinc carnosina: Regenera tejido epitelial.
  • Glutamina: El más usado, es esencial para reconstruir la mucosa intestinal.
  • Aloe vera (sin aloína): Calmante digestivo suave.
  • Malva, manzanilla o llantén en infusión: Antiinflamatorios naturales.

📌Conclusión

Si pensabas que la gastroenteritis era solo “un virus de 24 horas”, piénsalo de nuevo. En Nutri Mortis sabemos que cada vómito tiene su historia, y cada diarrea mal gestionada puede dejar un intestino en ruinas.

La clave no es sobrevivir a base de Aquarius y galletas saladas, sino reconstruir con cabeza, ciencia y alimentos que sanen. Porque lo que hoy es una gastroenteritis mal curada, mañana puede ser una disbiosis, una intolerancia… o una suscripción vitalicia al baño.

Así que ya sabes: Tu intestino no olvida, pero con el enfoque nutricional correcto… puede perdonar.

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