📝“Estoy estancado, no bajo de peso aunque coma sano”

Seguro que te sonará lo siguiente: Comes sano, haces ejercicio, sigues las reglas de tu nutricionista y no bajo un solo gramo. Desde el Nutri Mortis te damos la bienvenida al infierno silencioso del estancamiento metabólico.

No es que tu cuerpo le caigas mal, sino que algo dentro de ti en tus sistema no funciona como debería y ya sabes, cuando un motor gripa… no funciona.

Porque una cosa es comer “sano» y otra es comer para tu metabolismo real. Y a veces, lo que tú llamas saludable (ensaladitas light, snacks “fit”, ayunos mal hechos o cereales integrales) es justo lo que te está saboteando.

Esto no va de contar calorías, va de hormonas, inflamación, ritmo circadiano y disbiosis.
Tu cuerpo no es una calculadora, es un sistema vivo. Y si está en modo alarma, va a agarrarse a la grasa como si fuera su última esperanza.

Aquí desde el Nutri Mortis te aseguramos que si la báscula de tu cuarto de baño no se mueve y tus vaqueros favoritos de la talla 40 te aprietan igual que hace tres meses, deja de culparte y empieza a mirar a lo más profundo de tu sistema. Hoy en el Nutri Mortis trataremos el estancamiento en la pérdida de grasa. ¡Vamos allá!.


⚠️ Causas más comunes del estancamiento en la pérdida de peso

1. Estrés crónico y cortisol por las nubes

El cortisol elevado no solo engorda sino que bloquea la quema de grasa. Tu cuerpo interpreta el estrés como una amenaza y decide almacenar energía “por si acaso”. Resultado: Grasa abdominal, antojos de dulce, insomnio y ni medio gramo menos.

2. Comer poco o mal

Saltarte comidas, hacer ayunos sin una estrategia de éxito o vivir a base de ensaladitas sin proteína manda a tu cuerpo al modo ahorro. Tu metabolismo baja revoluciones, y cada bocado que comes se guarda como oro en grasa corporal. Comer poco puede sonar disciplinado, pero a veces es el peor sabotaje.

3. Inflamación silenciosa

Un cuerpo inflamado es un cuerpo bloqueado. Si hay disbiosis, permeabilidad intestinal o alergias alimentarias ocultas, tu sistema está ocupado apagando fuegos. ¿Quemar grasa? Ni tiempo tiene.

4. Desajuste hormonal

Espero que te suene lo siguiente: Resistencia a la insulina, hipotiroidismo subclínico, desequilibrios de estrógenos o testosterona… Cuando tus hormonas están fuera de juego, no hay déficit calórico que valga. Puedes contar calorías todo el día, pero si tus señales internas dicen “almacena”, vas a almacenar.

5. Microbiota saboteadora

Tu flora intestinal influye en cómo digieres, absorbes y almacenas lo que comes. Si tienes más bacterias pro-inflamatorias que pro-metabólicas, puedes hacer todo bien y seguir estancado. Literalmente estás criando enemigos internos.

6. “Comida fit” no te sirve

El pancito integral, los lácteos desnatados, los snacks “fit” llenos de edulcorantes (puro marketing), los cereales 0% con 19 ingredientes… Todo eso puede sonar bien en la etiqueta, pero tu cuerpo puede estar reaccionando mal. No es sano lo que pone “saludable”, es sano lo que tu cuerpo tolera sin inflamarse.

7. Sueño de mala calidad

Dormir mal es una sentencia de retención de grasa. Eleva el hambre, baja la leptina, desregula la insulina y te deja sin energía para moverte. Un metabolismo cansado no quema, resiste.


🚨 Síntomas del estancamiento

Si llevas semanas o meses “comiendo sano” y el peso no se mueve ni un gramo, algo te lo está saboteando desde dentro. Tu cuerpo habla, pero no lo estás escuchando. Aquí te dejo un conjunto de señales que te están gritando que el metabolismo está pisando el freno:

  • Peso clavado, ni arriba ni abajo: Te subes a la báscula y te devuelve siempre el mismo número. No importa si haces ejercicio, si cenas liviano o si desayunas semillas de unicornio: tu cuerpo se ha puesto en modo “no me muevo de aquí”.
  • Fatiga crónica y sin energía: Te levantas más cansado de lo que te acuestas. Tu metabolismo está lento, como un motor gripado que no arranca ni empujándolo cuesta abajo. Si no hay energía, no hay quema de grasa.
  • Antojos constantes de azúcar o harinas: Tu cuerpo pide energía rápida porque no está sabiendo usar bien la que tiene. Si los antojos te mandan mensajes cada 3 horas, sospecha de insulina, cortisol o disbiosis.
  • Niebla mental, desconcentración y mal humor: Sí, el estancamiento físico también es mental. Cuando tu metabolismo se frena, tu cerebro sufre la bajada de voltaje, y se manifiesta con nubes en la cabeza, cero foco y ataques de mal humor sin razón aparente.
  • Hambre emocional: Cuando estás metabólicamente estancado, el cuerpo empieza a pedir comida no porque la necesite, sino porque no sabe autorregularse. Comes por ansiedad, aburrimiento o por pura desesperación de que “algo se desbloquee”.
  • Inflamación y retención de líquidos: Te sientes más hinchado que antes, la ropa aprieta, te miras al espejo y hay zonas inflamadas, pesadas, como si llevaras una armadura debajo de la piel. Esto no es grasa, es inflamación y estancamiento circulatorio.
  • Estreñimiento o tránsito lento: Tu intestino también va a cámara lenta. Y si no eliminas bien, el cuerpo no puede detoxificar ni metabolizar correctamente. Resultado: tóxicos retenidos, más inflamación, más estancamiento.

🔧¿Cómo salimos del estancamiento y bajar de peso?

1. Reprograma tu mente

Estancarse no significa que estás fallando, sino que tu cuerpo está protegiéndose. Dale señales de seguridad, no de escasez.

  • Come suficiente: Comer menos no es sostenible si tu cuerpo entra en modo ahorro.
  • Reduce el cardio excesivo y prioriza el entreno de fuerza: Cuánto mayor músculo más quema basal, dale caña al entrenamiento
  • Duerme bien: Sin descanso no hay metabolismo ni quema.

2. Ajusta tus comidas

  • Haz 3 comidas diarias y olvídate de eso de picar todo el día. Eso mantiene la insulina elevada y bloquea la quema de grasa.
  • Come 2-3 veces al día con comida real, saciante y completa. Prioriza las proteínas de calidad (huevos, pescado, carne, legumbres bien preparadas).
  • Acompaña cada comida con grasa buena y fibra.
  • No le temas al ayuno, pero hazlo cuando estés bien nutrido y bajo supervisión de un nutricionista.

3. Activa la quema de grasa

El metabolismo necesita fábricas de energía (lo que llamamos mitocondrias) funcionando al 100%. Y para ello, necesitan nutrientes, oxígeno y mucho movimiento.

  • Haz entrenamiento de fuerza 2-4 veces por semana.
  • Camina cada día, especialmente después de entrenar fuerza.
  • Bebe agua suficiente: La hidratación contribuye a la quema de grasa (lipólisis).
  • Frío y calor: Intenta practicar duchas frías o alguna que otra sauna semanal, ya que ayudan a activar vías metabólicas.

4. Usa la comida real y funcional

No se trata de lo que comúnmente conocemos como “comer sano”, sino que hay que comer de manera terapéutica.

  • Anti-inflamatorios: Cúrcuma, jengibre, ajo, cebolla, omega 3.
  • Regula la insulina: Canela, vinagre de manzana, legumbres, vegetales amargos.
  • Cuida tu microbiota: Fermentados, prebióticos (puerro, alcachofa, espárragos), evitar lo que te inflama.
  • Adiós azúcar, ultraprocesados, harinas, edulcorantes, alcohol.

5. Haz una revisión funcional

A veces el cuerpo no baja de peso porque algo interno está bloqueando el sistema. Desde el Nutri Mortis te aconsejamos que pidas un análisis más allá del básico:

  • Perfil tiroideo completo (TSH, T3 libre, T4 libre, anti-TPO)
  • Insulina en ayunas y curva
  • Vitamina D, B12, ferritina, magnesio, zinc
  • PCR ultrasensible, homocisteína (marcadores inflamatorios)
  • Cortisol salival si sospechas de estrés crónico

💊 Suplementos que pueden ayudarte a salir del estancamiento

La nutrición funcional no solo se trata de los alimentos que consumes, sino también de las herramientas que tu cuerpo necesita para optimizar sus procesos. Aquí van algunos suplementos clave para ayudarte a salir del estancamiento:

  • Berberina o canela ceylán: Para mejorar sensibilidad a la insulina.
  • Omega 3 (EPA/DHA): Antiinflamatorio y regulador metabólico.
  • Magnesio bisglicinato: Mejora descanso, resistencia a la insulina y estrés.
  • Ashwagandha o rhodiola: Adaptógenos para regular el cortisol.
  • Proteína en polvo (suero aislado): Ideal para aumentar masa magra.

📌Conclusión

Estar estancado no es una condena, es una señal. Una advertencia de que algo no está funcionando como debería, aunque tu dieta “parezca” saludable. Porque no se trata de comer poco, sino de comer bien, digerir bien y funcionar bien.

La grasa rebelde no se va con voluntad ciega, sino con estrategia.
No se trata de sumar más esfuerzo, sino de eliminar los bloqueos que frenan tu metabolismo: En forma de inflamación, estrés, falta de descanso, déficits nutricionales, desequilibrios hormonales.

Y en Nutri Mortis te lo decimos claro:
«O tomas el control, o tu cuerpo lo hará por ti«.

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